viernes, 1 de julio de 2011

ALEM Y PERON


A pesar de los años transcurridos, hay personas que dejan huellas indelebles en la historia de los pueblos.

Tal es el caso de Juan Domingo Perón y Leandro N. Alem, ambos creadores de partidos políticos antagónicos entre si, que marcaron a generaciones enteras y que coincidentemente hoy serán recordados y homenajeados ante un nuevo aniversario del fallecimiento de ambos.

En estos momentos en los que la política ocupa el escenario argentino, es importante unirlos en el recuerdo y en un mismo homenaje, con el deseo de conciliar a todos los argentinos, hacia un bien común.

PERON

El general Juan Domingo Perón, fundador del Movimiento Nacional Justicialista, fue presidente de la Nación por tres períodos, elegido por voto popular.
Propugnó como plan de gobierno la justicia social, la independencia económica y la soberanía política. Por gestión de su esposa, María Eva Duarte de Perón, se otorgó el voto cívico a la mujer. Nació en Lobos (provincia de Buenos Aires) el 8 de octubre de 1895.
Según los historiadores, su vida política tiene dos excepcionalidades en América Latina: llegar tres veces a la Presidencia de la Nación y aún siendo militar, las tres veces mediante el voto popular.
Fue fundador y jefe político del Movimiento Nacional Justicialista que aún hoy, continúa siendo la fuerza política mayoritaria de la República Argentina (Partido lamentablemente fraccionado, por intereses personalistas de dirigentes que tomaron la conducción nacional, sin respetar la carta orgánica, que tiene por el mandato elegir a sus autoridades, por el voto de sus afiliados).
Perón dejó escritas múltiples obras, tales como La Comunidad Organizada, Conducción Política y Modelo Argentino para un Proyecto Nacional, entre otras, donde expresa su filosofía y doctrina política, marcando su prédica a millones de militantes de todo el país. Su impronta, continúa siendo material de consulta en la vida política Argentina y continental.

20 verdades Justicialitas

La verdadera Democracia es aquella donde el gobierno hace lo que el Pueblo quiere y defiende, un solo interés: el del Pueblo.

El Peronismo es esencialmente popular. Todo círculo político es antipopular y, por lo tanto, no es peronista.

El peronista trabaja para el Movimiento. El que en su nombre sirve a un círculo o a un caudillo, lo es sólo de nombre.

No existe para el peronismo más que una sola clase de hombres: los que trabajan.

En la nueva Argentina el trabajo es un derecho que crea la dignidad del hombre y es un deber porque es justo que cada uno produzca por lo menos lo que consume.

Para un argentino no puede haber nada mejor que otro argentino.
(Actualizada en 1973 por el Gral. Juan D. Perón)

Ningún peronista debe sentirse más de lo que es ni menos de lo que debe ser.
Cuando un peronista comienza a sentirse más de lo que es empieza a convertirse en oligarca.

En la acción política la escala de valores de todo peronista es la siguiente: Primero, la Patria; después, el Movimiento y luego, los hombres.

La política no es para nosotros un fin sino sólo un medio para el bien de la Patria, que es la felicidad de sus hijos y la grandeza nacional.

Los dos brazos del peronismo son: La Justicia Social y la ayuda social; con ellos damos al Pueblo un abrazo de amor.

El peronismo anhela la unidad nacional y no la lucha. Desea héroes pero no mártires.

En la nueva Argentina los únicos privilegiados son los niños.

Un gobierno sin doctrina es como un cuerpo sin alma. Por eso el peronismo tiene su propia doctrina política, económica y social.

El Justicialismo es una nueva filosofía de la vida, simple, práctica, popular, profundamente humanista y cristiana.

Como doctrina política el Justicialismo realiza el equilibrio del derecho del individuo con el de la comunidad.

Como doctrina económica el Justicialismo realiza la economía social poniendo el capital al servicio de la economía y ésta en función social.

Como doctrina social el Justicialismo realiza la Justicia Social que da a cada uno su derecho en función social.

Queremos una Argentina socialmente justa, económicamente libre y políticamente soberana.

Constituimos un gobierno centralizado; un Estado organizado y un Pueblo libre.

En nuestra tierra lo mejor que tenemos es el Pueblo.


Ante un fecha tan significativa en la que recordamos el 1 de julio de 1974 en que falleció a los 78 años, hablaremos con imágenes a su recuerdo y el de su amada Evita, que vivirán por siempre en el alma de su pueblo. María Eva Duarte de Perón, falleció después de una penosa enfermedad, el 26 de Julio de 1952.-


ALEM

Coincidentemente, también recordamos al político y legislador Leandro N. Alem, fundador de la Unión Cívica de la Juventud, origen de la Unión Cívica Radical, fallecido en 1896 y adversario político de Juan Domingo Perón. A escasos dos días, de la muerte del Dr. Hipólito Irigoyen, acaecida en 1933, recordamos que Irigoyen fue el primer Presidente Argentino, elegido por sufragio popular y que en 1896, tomó el control del Partido Radical.
En este texto, está sintetizado el pensamiento de N. Alem, hombre de bien que amerita recordar.


Carta del Dr. Leandro Alem a su hijo Leandro:

"El desaliento, el quebranto, la inmoralidad, no surgen de los bajos fondos sociales. Vienen de las alturas. Hoy se sacrifica todo, el honor, la palabra, la fe jurada ante los hijos y la patria, para descender luego a los goces materiales, por gustar con fruición de sibaritas los placeres de la sensualidad y el de gobierno. Hoy no se busca la posición política para poner a su servicio talento, carácter, patriotismo, sino para que aquella sirva a los fugaces caprichos de oscuros bienes, de miserables sueños ... " Leandro Alem

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